B. ROSELLÓ
La aparición de varias pintadas el pasado 31 de marzo en la casa en construcción de una de las hijas del presidente del Consell Insular ha suscitado la condena general de los partidos políticos de las Pitiüses. Este periódico también intentó ponerse en contacto con ERC aunque no lo consiguió.

El portavoz del PP, Miguel Jerez, aseguró que los actos «se incluyen dentro de una incesante cadena de sucesos de radicales», que muestran una actitud «cobarde y débil»: «Desde el PP nos solidarizamos con Palau y con su familia porque provoca un mal moral difícil de reparar», señaló. Asimismo, Jerez mostró su esperanza al escuchar una condena «energética y firme» de todos los partidos «porque hoy son pintadas, ayer fueron la quema de varias máquinas y mañana no se sabe que puede ser».

El secretario general del partido socialista, Roque López, también mostró su repulsa ante estos hechos siempre que se invada «la propiedad privada y el entorno familiar». Roque López señaló que ahora se deberá esperar a conocer la investigación de la Guardia Civil para saber la autoría de los hechos pero «no se sabe que les mueve a hacer estas actuaciones». Aún así, el secretario general del PSOE calificó de «exagerada» la decisión del presidente del Consell de contratar a una empresa privada de seguridad: «Se quieren sacar las cosa de contexto y más cuando las fuerzas públicas realizan muy bien su trabajo. Es su criterio pero no es lo más adecuado que un presidente recurra a una empresa privada».