El diputado ibicenco Miquel Ramon, en el estrado, en un momento de la sesión plenaria en el Parlament, con la sala prácticamente vacía.

B. ROSELLÓ
La consellera d'Obres Públiques, Transports i Habitatge, Mabel Cabrer, destacó ayer en la sesión plenaria del Parlament que los responsables de la «grave situación social y territorial» que se está viviendo en Eivissa son «todos aquellos grupos políticos y plataformas que incitan a la violencia, que aplauden engañar a los jueces y desobedecer a los tribunales»: «Es una vergüenza que el partido socialista esté alineado a esta postura y debería desmarcarse de esta línea y demostrarlo con hechos», indicó. En esta línea, Cabrer hizo referencia a las pintadas aparecidas en la vivienda en construcción de una de las hijas del presidente del Consell Insular, Pere Palau. Además indicó que la oposición debería aplaudir al Govern porque «no permitiremos que se sobrepasen determinados límites» y añadió que de no existir las plataformas «todo sería mucho más sencillo y seguro».

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La diputada socialista Patricia Abascal manifestó que desde su partido político están «totalmente en contra de cualquier acto violento». En este sentido, acusó al Govern que la situación que se está viviendo en Eivissa por la ejecución de las autovías se debe a la «prepotencia y a la actitud de no escuchar a la gente»: «Si tuviese un poco de decencia política escucharía a las personas, vería que existen otros proyectos que son posibles y que no significan el deterioro ambiental ni el caos circulatorio», señaló Abascal. Cabrer afirmó que el Govern «velará para que en Eivissa nunca ganen los violentos».