Ignacio Martínez practica el pádel varias veces por semana.

Lo del pádel, ¿es porque admira a Aznar?
-No, lo que sucede es que durante muchos años he jugado a baloncesto y con el tiempo vas adaptando un poco tu actividad deportiva a tu estado físico. Lo del pádel fue una casualidad, comencé enganchándome con amigos. Creo que es un deporte que te permite disfrutar más porque juegas con otras personas y el ambientillo que se genera hace que apetezca más ir a jugar.

- Es la segunda vez que es gerente del Àrea de Salud de las Pitiüses, ¿Esto es vocacional o es que le gusta meterse en líos?

-A mí realmente me gusta la gestión sanitaria, de hecho me he formado para ello. Sobre el hecho de volver a Eivissa tiene mucho que ver el que la primera vez fuera una buena experiencia. Además mi pareja es ibicenca y eso hace posible conciliar lo laboral con lo personal. En Eivissa siempre me he encontrado fenomenal.

- Sí, porque usted es menorquín...
-Creo que debo ser de las pocas personas que han vivido en las tres islas. Sólo me queda Formentera, con lo cual tengo una visión balear con conocimiento, lo que creo que está muy bien.

-Usted será padre dentro de poco, ¿Piensa aprovechar la oportunidad y coger los días de permiso a los que ahora también pueden acceder los hombres?

-Por supuesto que sí. Me parece una iniciativa magnífica porque en esta vida lo que realmente cuenta es la familia. Para mí el hecho de poder disfrutar lo más posible de esos días es algo a lo que no renunciaré.

-Ahora hay muchas series de televisión sobre médicos, ¿le gusta verlas?

-Suelo ver poca televisión. La única serie a la que me he enganchado más ha sido «Aquí no hay quien viva», porque me parece muy graciosa y muy representativa de la sociedad española. El hecho de que haya bastantes series de médicos creo que se debe al gran interés que hay por el mundo de la salud. Creo que ofrecen una visión humanista que no debemos dejar de lado. Y si además ayudan a la educación para la salud, pueden tener un efecto positivo.

-¿Y ayudan?
-Pues algunas veces sí. Fue el caso de una serie en la que una de las protagonistas, una mujer mayor, iba a hacerse una mamografía. Tras la emisión hubo un aluvión de señoras que se interesaron por este tipo de pruebas y para nosotros fue beneficioso.

-¿Qué prefiere, que le comparen con el George Clooney de Urgencias o con el Dr. House?

-Creo que a todos nos gustaría ser George Clooney por un montón de razones, porque es un tío simpático y atractivo. Por eso me inclino más por una persona con sus dosis de comunicación y humanidad.

-¿Cuál es la situación más difícil con la que le ha tocado lidiar?

-Cuando se estropeó el grupo electrógeno. Cayó un rayo y estropeó todo el sistema eléctrico y eso nos supuso actuar con mucha rapidez. En un espacio de tiempo muy corto hubo que dar una respuesta muy rápida.

-¿Cómo se toma las críticas de los sindicatos?
-Siempre hay que estar atento a las críticas, porque pretender hacerlo todo bien y a gusto de todos es imposible. Hay críticas que se hacen con ánimo constructivo y esas son las que ayudan a mejorar, pero luego hay otro tipo de comentarios que se hacen con el ánimo de provocar. Soy de los que piensan que a los que hacen ese tipo de comentarios se les vuelven en su contra.

- ¿Ha sufrido alguna vez las listas de espera?
-La verdad es que no porque no he tenido ningún problema grave. Pero sí que es habitual que las 1.300 personas que trabajan en el área de salud vayan al médico. Los médicos y enfermeras están habituados a tratar a gente de la casa. C. Roig