Los 21 trabajos presentados a la XI edición del concurso 'Setmana del Mar' se exponen desde ayer en el Espai Cultural Sa Punta des Molí y se ver podrán hasta el próximo sábado.

Entre ellos destacan los diez que fueron seleccionados como los mejores, y el ganador, que pertenece al C.P. Guillem de Montgrí. El premio para éstos será disfrutar de las jornadas de navegación que caracterizan a la iniciativa del Club Náutic de Sant Antoni.

Los alumnos ganadores asistieron invitados a la apertura, que también contó con la presencia del concejal de Medi Ambent José Ramón Serra Pilot.

El litoral pitiuso y sus espacios frágiles y de mayor valor fue el tema que todos los participantes, de 5º curso de primaria, debieron reflejar en las maquetas presentadas. Para ello, los ganadores realizaron primero una excursión por s'Espalmador con el fin de aprender sobre esta reserva natural y plasmarla así en un obelisco de cartón, con fotografías y texto en cada uno de sus lados. Una maqueta hecha con corcho identificando los islotes de las Pitiüses y un dossier de campo para dar a conocer los pasos de la elaboración valió a estos niños de entre 10 y 11 años inaugurar el martes la aventura de sentirse marineros.

«La maqueta fue elegida por ser la más completa y porque se adaptó muy bien a las bases», señaló Kike Mas, director de la escuela de vela de Sant Antoni y organizador de la Setmana del Mar. «Otros trabajos estaban muy bien, eran casi arqueológicos, pero no cumplían con las bases», destacó Mas, debido a que el colegio ganador levantó polémica entre los que no ganaron, porque éste, en otras ediciones, ya se había alzado con el mejor trabajo. «En este colegio ya conocen muy bien el concurso y lo que les ayuda, es que el trabajo es puntuable para la evolución del curso y por eso esfuerzan más», concluyó el organizador.

Los niños, encantados por haber ganado tras 3 meses de trabajo en los que cada uno aprendió algo. Entre los 22 alumnos de la clase, el pequeño Pep dijo que aprendió que «hay que cuidar el agua para que no se contamine»; Pablo, «que no hay que acercarse a los islotes con barcos porque dañan la posidonia» y, por último, Pedro, que aprendió «que lo más difícil es saber el nombre de las lagartijas». L.A.