El portavoz de la Comisión Ejecutiva del PP, Miquel Jerez, manifestó ayer en rueda de prensa que su partido tiene «sospechas fundadas» de que la manifestación de alumnos que tuvo lugar el miércoles por la mañana, en horario escolar, frente a la sede del Consell fue «orquestada por responsables de diferentes centros». «Si eso se confirma, el PP no se quedará cruzado de brazos», expresó Jerez, quien apuntó que el PP pondrá los hechos en conocimiento de la Conselleria d'Educació para que investigue los hechos y, en caso de que se confirmen, abra un expediente de sanción y disciplina a los responsables: «No es una actitud responsable no sólo dejar a los alumnos salir del centro, que también, sino que éstos fueran manipulados para manifestarse».

Pese a que los docentes de los institutos de Sa Colomina y Sa Blancadona han negado cualquier responsabilidad, Jerez insistió en que el PP «no se cree» que la concentración de alumnos fuera espontanea. «Que nos demuestren lo contrario. Pensamos que alumnos menores de edad no han actuado libremente, sino que han sido condicionados de alguna manera», indicó.

El PP considera, además, que «no es de recibo» el comunicado de los profesores del instituto de Sa Blanca Dona por tener «un contenido político». «De la misma manera también es posible que se haga política dentro de las clases. Lo digo así de claro», dijo Jerez. En este sentido, el diputado nacional del PP Enrique Fajarnés añadió: «El PP no se chupa el dedo. Esto es muy pequeño y nos conocemos, y sabemos lo que pasa en las aulas».

Por otra parte, el portavoz de la Ejecutiva del PP también expresó su repulsa al intento de un grupo de antiautopistas, con la participación de cargos públicos y el eurodiputado Bernat Joan, de boicotear las obras de la autovía. «El PP lamenta una vez más el comportamiento de aquellas personas que no aceptan las reglas del juego, aquellos que alimentan cada día más la crispación y se toman la justicia por su mano», señaló. Culpó a los políticos participantes en la protesta de «animar la revuelta» y «alimentar la rebelión civil». «La desobediencia, provocación e indisciplina no se pueden justificar por muy eurodiputado o ex presidente del Consell que uno sea», indicó. Fajarnés calificó de «deplorable» que Bernat Joan «utilizase su credencial de eurodiputado para intentar boicotear las obras de una institución pública».

El Pacte Progressista también salió al paso de las acusaciones hechas por el portavoz del Consell, Joan Marí Tur, sobre la manipulación de los alumnos a cargo del profesorado. Los progresistas expresaron su «preocupación e indignación por las tácticas de incitación al miedo utilizadas por el PP, que lo sitúan en la práctica de políticas fascistas».

Los progresistas instan al equipo de gobierno del Consell y los cargos del PP a que asuman el Estado de Derecho y entiendan que en un sistema político democrático «las personas pueden decidir libremente qué hacen y a quién votan». «Las medidas represoras que el Consell y el Govern pretenden poner en marcha contra alumnos y profesores de centros educativos son una muestra más de la actitud antidemocrática que impera entre los responsables del PP», dicen. El Pacte también reprocha que la consellera Matutes dijera que en el acto de protesta del miércoles hubiera niños de 10 años. «Llama la atención la errónea percepción de la realidad que tienen Marí Tur y Matutes que cuentan igual de mal el número de manifestantes que la edad de los jóvenes».