Sant Antoni se lanzó ayer, un día más, a rebuscar en los baúles para encontrar la peluca perfecta, el complemento ideal o aquella camisa tan adecuada. Pero esta vez no tocaba ponerse margaritas en el pelo y pelucas a lo afro. Ayer era el turno del sombrero cowboy, los chalecos de cuero, las botas camperas y las plumas de indio. Algo que muchos se tomaron muy en serio, porque la primera fiesta «Sant Antoni Far West» reunió a cientos de personas, la mayoría disfrazadas, que se lo pasaron en grande con la música del grupo catalán The Redneck House Band, que cantó temas propios y versiones imprescindibles del country, muchas de ellas loando las propiedades del alcohol.

La fiesta, que comenzaba a las 21,30, tardó en animarse. Al principio, la profesora Pilar Pardo dio algunas nociones de line dancing, que los participantes pudieron ejercitar después durante la actuación en directo. Los más osados coronaron la noche montando un toro mecánico instalado en el exterior de la carpa. C. R.