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E.R./M.A.
Un vial dividirá en dos ses Feixes de Vila, diferenciando la zona urbana (la unidad de actuación es Pratet) del parque, que se corresponde al ámbito del BIC, una superficie aproximada de 200.000 metros cuadrados. Esta vía conectará la avenida Santa Eulària con Ignasi Wallis, lo cual contribuirá a descongestionar el primer cinturón de ronda. Esta vía transcurrirá paralela a la carrera d'en Murtera, que es el límite físico del BIC. Este vial también servirá para facilitar los accesos al interior de la Unidad de Actuación de es Pratet, que se corresponde casi en su totalidad a la antigua UA 13, donde el PGOU contempla una zona verde (el solar de la antigua plaza de toros) y la construcción de una escuela. El PGOU también contempla la construcción de una rotonda en la mitad de este vial para facilitar los giros hacia una de las desembocaduras a Ignasi Wallis.

La vía está cerrada en dirección hacia el parque de ses Feixes, donde se proyecta la instalación de pasarelas de madera, que atravesarán de punta a punta el humedal, para que los ciudadanos puedan visitar la zona y ver los antiguos canales de riego sin alterar la zona. El Plan Especial de ses Feixes contempla la construcción de un centro de interpretación, que se ubicará en la zona de la sènia d'en Murtera, en el vértice colindante a la rotonda de Juan XXIII. En el otro extremo, en el vértice próximo a la glorieta de Pachá se reservará espacio para algún otro equipamiento.

El concejal de Urbanismo, Vicent Torres, destacó ayer que en la zona de es Prat de ses Monges se elimina la franja urbanizable que bordeaba la avenida 8 d'Agost, que se contemplaba en el documento de la aprobación inicial, para dejarla como zona rústica protegida.

Por otra parte, Vicent Torres explicó que la decisión final del equipo de gobierno de proteger y mantener inedificables ses Feixes del Prat de Vila se concretó al contar con el apoyo «de la fuerza jurídica que nos daban ciertos informes como el de la Universitat de les Illes Balears» y al conocer la voluntad del Consell Insular de mantener la zona como Bien de Interés Cultural (BIC).

El alcalde, Xico Tarrés, no quiso especificar los costes que supondrá indemnizar a todos los propietarios de la zona.