Hubo talleres para niños, venta de comida y bebida y una paella para 150 personas que se cocinó en el exterior de la carpa.

Estamos encantados y muy emocionados con las muestras de solidaridad que estamos recibiendo de todo el mundo». Son las palabras de Irene Escandell, presidenta de la Asociación Pitiusa de Familiares de Personas con Enfermedad Mental (APFEM), que ayer se mostraba sorprendida por la gran acogida de la fiesta solidaria que se organizó en la carpa de Sant Antoni para recaudar fondos. Una celebración en la que disfrutaron sobre todo los niños, porque gran parte de las actividades estaban destinadas a ellos. Por ejemplo un taller para fabricar puntos de libro en el que podían participar previo pago de un euro. Los pequeños escribían su nombre, coloreaban la cartulina y luego los mayores les ayudaban a plastificarla. Según David, uno de los monitores, la iniciativa resultó ser «un éxito total». Los niños también pudieron jugar con plastilina y pintarse la cara. Entre ellos triunfó la máscara de «Spiderman», y entre ellas, el maquillaje de princesitas.

En la fiesta también podían comprarse gafas de sol, ropa o artículos de artesanía, algunos de los cuales habían sido fabricados en los talleres de la asociación y de ASPANADIF. En otro puesto se vendía chocolate caliente, acompañado de pasteles, cocas, ensaimadas y otros dulces. La oferta se completaba con la venta de camisetas de APFEM y de Lotería del Niño. Al mediodía hubo paella para 150 personas, que cocinaron los miembros de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer (ASPANOB).

La concejal de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Sant Antoni, Lidia Prats, explicaba ayer el gran éxito de estas fiestas solidarias, que comenzaron hace tres años. El primero los fondos se destinaron a «Ayuda en Acción», el año pasado a ASPANOB, cuando se recaudaron 6.000 euros, y esta vez fueron los miembros de APFEM los que se pusieron en contacto con el consistorio para ser los beneficiarios de esta iniciativa. La presidenta de APFEM, Irene Escandell, explicó que lo que se recaude en esta fiesta irá a parar a la compra de ordenadores para realizar un taller de informática y a mejorar las actividades que se organizan para los enfermos, sobre todo para los niños con autismo, ya que ahora mismo hay lista de espera. «La finalidad es conseguir una residencia para estos niños, pero ya sabemos que eso requiere muchísimo dinero y con esta fiesta no nos bastará», añadió Escandell.

En la fiesta solidaria también se procedió a la rifa de varias obras de arte y de una serie de cuadros creados por los reclusos de la cárcel. Las actuaciones de la cuentacuentos Encarna de las Heras, el grupo Los Corleone y el flamenco de Oliva Pura amenizaron la jornada.C. R.