La caminata de Sant Esteve celebrada ayer en Formentera tuvo dos hechos importantes, en primer lugar que se varió sustancialmente el recorrido original y segundo, consecuencia del primero, que la andadura se centró en hitos históricos de la que supuso la partición y génesis de la actual isla de Formentera.

El numeroso grupo de participantes realizó un trayecto más corto pero más complejo históricamente por el cual se recorrió dos ángulos de lo que fue la primera 'Gracia Reial' otorgada a Toni Blanc, cuñado de Marc Ferrer, hitos que sólo se conservan en algunos de los puntos pero no en todas sus partes. Tras el paseo, de unos ocho kilómetros, tuvo lugar una torrada en Cala Saona donde posteriormente se realizó un tirada de galls y una ballada pagesa. Santi Colomar, uno de los promotores de la caminata, como miembro de la OCB señaló que el cambio de recorrido se debía al interés renovado por la recuperación del patrimonio en tanto en cuanto las fites son hitos que han marcado el desarrollo de la Formentera actual por el hecho de que la partición de los terrenos siempre es en función de las primeras 'Gràcies' que conllevaron un posterior entropismo urbanístico que aún perdura.