Al nacimiento que prepara la comunidad de padres carmelitas no le falta de nada.

El belén de la iglesia de San Telmo es el más grande y el más antiguo de los que se puede ver en los templos pitiusos. Hace casi 50 años que la comunidad de padres carmelitas que rigen la parroquia de San Salvador de La Marina monta este nacimiento con todo tipo de detalles que se han perfeccionado con el tiempo y que lo han convertido en uno de los que se elaboran de forma más minuciosa.

Fray Luis de Santa Teresa es el religioso que se encarga de organizarlo y montarlo cuando llega la Navidad. Y no es un primerizo en estas lides, porque lleva en esto desde que se comenzó a hacer este belén, allá por el año 57. Él mismo se trasladó dos años después, en 1959, hasta Murcia para comprar un conjunto de copias de las famosas figuras que hizo en su día uno de los imagineros más famosos de España, Francisco Salcillo, cuyas 900 piezas de belén están expuestas en el Museo Salcillo de Murcia. Esas reproducciones que compró el religioso eran 60 figuras, que miden entre 40 y 60 centímetros y que todavía se utilizan hoy en día en este belén, por lo que probablemente sean también unas de las más antiguas que se pueden ver en la isla.

El nacimiento ocupa una de las capillas laterales de la iglesia y ocupa varios metros. No le falta detalle. Al fondo podemos apreciar la ciudad de Jerusalén y el palacio de Herodes. También los Reyes de Oriente están situados al final de la capilla. Reflejado en un cristal, porque el belén es muy profundo y es difícil apreciarlo todo, podemos ver la anunciación de los pastores y en otra escena el éxodo hacia Egipto. En primer plano, el nacimiento, con las figuras de la Virgen María, San José y el Niño Jesús. Todo ello acompañado de mucho verde y de maquetas de edificaciones que recrean el ambiente de un típico belén.

Fray Luis de Santa Teresa asegura que tarda 15 días en montar todo el belén y que necesita una tarde para realizar una excursión al monte y traerse todo el musgo y el verde con el que luego decora la capilla.

Hace años, en la década de los 60, se trasladó el belén a la plazoleta que hay justo al lado de la iglesia. Una iniciativa que evidentemente acercaba mucho más la tradición a la calle, pero que tuvo que dejar de hacerse debido a los robos que sufrieron. «No nos podíamos arriesgar a dejar las figuras fuera», argumenta el religioso.

A lo largo de los años han visitado este belén numerosas personas y también grupos de colegios y para quienes lo conocen, representa una cita habitual de las Navidades a la que no se puede faltar. El horario en el que está abierta la iglesia para visitar el nacimiento es de 8,00 a 13,00 y de 17,00 a 20,00 horas.C. Roig