«Las Querubinas» protagonizaron ayer un retablo viviente en el que no faltaron los animales, los pastorcillos y los Reyes Magos.Fotos: Marco Torres

Pocos belenes vivientes se han visto en los últimos años en Eivissa y desde luego el que se escenificó ayer por la tarde en el Parc de la Pau ha sido uno de los que ha contado con mayores dosis de humor e ilusión. Fue protagonizado por el grupo de teatro de la Llar Eivissa «Las Querubinas», formado íntegramente por mujeres. La de menor edad tiene 59 años y la más mayor, 80, pero son «jóvenes de espíritu», como dice su directora, Dolors Corderas. «Lo más complicado fue encontrar a la Virgen María, porque a nuestra edad es difícil hallar a una virgen», bromeaba ayer Corderas, que se vistió de pastorcillo.

En el belén de ayer estaban todos: la Virgen María y San José, el Niño Jesús, los pastores y los Reyes Magos. Tampoco faltó un burro, que se entretuvo comiéndose el césped del Parc de la Pau, una oveja y un corderito. Este último despertó los instintos de protección de los asistentes; de hecho, fue portado en brazos por uno de los pastorcillos.

La escenificación del belén iba acompañada del canto de los villancicos más populares por parte de «Las Querubinas», que, armadas de pandereta, desgranaron un repertorio variado en el que destacó un enérgico «25 de desembre» y una interpretación personal de «La Marimorena», a la que le cambiaron la letra para explicar la historia de su grupo de teatro.

En el momento álgido de la actuación se llegaron a congregar una cincuentena de personas, la mayoría viandantes, algunos de ellos con niños, que pasaban por allí. Incluso hubo alguna pequeña que decidió entregar allí mismo a los Reyes Magos del belén su carta con los deseos para esta Navidad. La fiesta acabó con la degustación de una chocolatada.

La Llar Eivissa ha preparado más actos para estas fiestas. Por ejemplo, hoy miércoles habrá una comida anual de Navidad en la cafetería. Mañana habrá baile con Juan Carlos y la semana que viene está previsto organizar algún acto en colaboración con la asociación de vecinos del barrio donde está situado el centro.

Por otro lado se está preparando una exposición de fotografías para recordar viejos tiempos, bajo el lema «La vida no sigue igual - o sigue igual». Todo aquel que quiera puede aportar imágenes para recordar los cambios que se han producido en la sociedad pitiusa y recordar las viejas tradiciones.C. R.