Una veintena de trabajadores de la seguridad privada del aeropuerto de Eivissa se manifestaron ayer en contra de la «política caciquil de Aena con la complicidad de Trablisa» debido a la reducción de personal y al no cumplir la ley de seguridad privada ni la ley de prevención de riesgos.

José Manuel Bermúdez, presidente del comité sindical de Trablisa, señaló ayer que desde la empresa de seguridad privada «no se cumple con los derechos de los trabajadores; sólo queremos que se sienten a negociar con nosotros», apuntó. El malestar entre los trabajadores surgió tras el anuncio del traslado de dos compañeros a otros departamentos, «lo que supone, además de la pérdida de cerca de 200 euros mensuales para ellos, la reducción del personal en el aeropuerto», apuntó Bermúdez.

Por otro lado, el representante del comité sindical de Trablisa indicó que las instalaciones aeroportuarias de Eivissa no cuentan con «los suficientes medios ni físicos ni materiales»: «Según la ley de seguridad privada debería haber tres personas en los arcos de control y, actualmente, sólo hay una», apuntó. Según José Manuel Bermúdez, el aeropuerto de Eivissa cuenta con cerca de 60 trabajadores de seguridad privada en temporada baja, «aunque ahora hay unos 20 de vacaciones», mientras que en verano son más de 120 contando también con los fijos discontinuos.