Sergio y Vicente prefieren las labores de electricista a las de
fontanería. Pero en el curso que acaban de terminar, junto a otros
tres compañeros, han tenido que hacer de todo: instalar la
calefacción, arreglar la instalación eléctrica y dar un repaso de
arriba a abajo a uno de los pabellones de Sa Coma para dejarlo como
nuevo y así aprobar el curso de mantenimiento de edificios que el
Consell Insular y el Govern Balear subvencionan para personas con
discapacidad.
La de ellos es una discapacidad mental severa, algo que no ven
como una barrera a la hora de querer conseguir un trabajo, y más
ahora, que han aprendido a manipular aquellas herramientas que
pueden ofrecerles una ocupación con las que ganarse la vida.
El curso de mantenimiento de edificios se clausuró ayer «con
éxito», tal y como lo calificó su profesor Albert Auladell, y con
un encuentro entre alumnos, políticos y coordinadores de ambas
instituciones que celebraron el fin de una etapa y el principio de
un proyecto que, según el conseller de Bienestar Social, Vicent
Serra, no será «algo aislado» sino que tendrá una continuidad ya
que su meta es «dar un lugar para el colectivo más apartado».
Es un curso con el que se estrena el proyecto 'Senda', destinado
al asesoramiento e inserción laboral dirigido a personas con
problemas de salud mental y, durante el mismo, los alumnos tuvieron
clases prácticas y teóricas para hacerse con este oficio. Cabe
destacar, además, que en la actualidad hay dos de ellos que tienen
posibilidad de comenzar a trabajar en una empresa, lo que significa
que casi el 50% de la plantilla de estos alumnos de edades
comprendidas entre los 25 y 55 años ya se puede beneficiar los
conocimientos adquiridos.
«Arreglar el edificio me dio la posibilidad de hacer algo real»,
explicó Vicente, uno de los alumnos, que agregó también que ya
tenía «un poco de idea» sobre las labores de electricidad.
«Los resultados han sido positivos», explicó el profesor
Auladell, que destacó la instalación de la calefacción en el
segundo piso del pabellón, que ayudará mucho en estos meses a los
que asisten a los talleres ocupacionales que tienen lugar en Sa
Coma.
Hace tres meses Sergio estaba en la Unidad Central de
Rehabilitación del Consell Insular (UCR). Allí le ofrecieron hacer
este curso y aceptó. Hoy, al igual que sus compañeros, reconoce
cuál es la herramienta que más le gusta manipular, «la
electricidad», y asegura que lo que más le alienta es sentirse
preparado para trabajar.
Luciana Aversa
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