Aprender a quererse a sí mismas y saber poner límites. Esos son los objetivos de un taller de autoestima que ha organizado la Asociación de Fibromialgia y Fatiga crónica de Ibiza y Formentera para las personas que sufren estas dos enfermedades. Unas dolencias que afectan sobre todo a mujeres de entre 25 y 50 años y que se caracterizan por pérdidas de memoria, fatiga extrema y dolor intenso.

El taller lo imparten la educadora social Soledad Pérez y la psicóloga Manuela Flor. Explican que se decidieron a organizarlo porque la mayoría de mujeres que padecen estas enfermedades tienen una autoestima muy baja, entre otras cosas también debido a la dolencia que sufren, que les impide llevar una vida normal.

El perfil de las afectadas por esta enfermedad suele coincidir. «Son mujeres muy perfeccionistas, para ellas cometer un error se convierte en un desastre absoluto. Además, son muy nerviosas y exigentes consigo mismas y la mayoría ha sufrido mucho estrés. Les cuesta mucho decir no», dice Flor. Con este taller aprenden a saber dónde están los límites, a conocerse mejor a sí mismas y lo hacen a través de la lectura de textos y de conocer lo que significa tener autoestima.

El principal problema de estas mujeres es que el cansancio y el dolor que sufren son tan intensos que hay días que se levantan de la cama como si no hubieran dormido. Es el caso de Cati Ribas. Hace seis años que padece de fatiga crónica. «Estoy en un callejón sin salida y por eso intento apuntarme a todos los talleres que se organizan para ver si me pueden ayudar un poco». Asegura que lo único que puede hacer para paliar su fatiga es descansar mucho y a veces, ni eso sirve. Eso hace también que tengas la autoestima «por los suelos».

En el mismo caso está Luisa Rodrigo, que asegura que padece fibromialgia y fatiga crónica desde que tiene 15 años. Desde entonces ha ido de médico en médico y sólo desde hace tres años le han diagnosticado estas enfermedades. «Antes siempre me decían que tenía reuma, hasta que por fin le pusieron nombre a lo que tenía».

Otro de los motivos por los que estas mujeres se han apuntado al taller es para relacionarse con más gente que está en su misma situación y compartir de esta forma sus experiencias. C. Roig