A sacar lo mejor del cerdo

La matanza propiamente dicha se llevará a cabo el sábado. Tres cerdos de unos 220 kilogramos serán sacrificados para después trasladarlos al colegio y preparar con la carne extraída diferentes embutidos, como sobrasadas y botifarrones.

El día después se celebrará a mediodía y en el mismo lugar una tradicional comida consistente en arroz de matanzas, frita de porc, fruta, buñuelos, café caleta y vino. Durante todo el día se sucederán las actividades para divertir a los asistentes, con un castillo hinchable para los más pequeños e incluso un show preparado por los padres al más puro estilo Full Monty. Además, se sortearán veinte lotes de productos donados por establecimientos comerciales, entre los que habrá noches gratis en agroturismos, cenas y lotes de vino.

El objetivo de esta fiesta no es sólo conservar una tradición. Además, la recaudación obtenida de la venta de los embutidos y de la comida -que tendrá un precio de 12 euros para los alumnos y 6 para los niños-, irá destinada a realizar mejoras en el colegio y a las actividades extraescolares organizadas por la asociación de padres y madres. Gracias a ello, el año pasado se pudo comprar el material para las aulas de música y psicomotricidad, se subvencionaron las excursiones y se organizó una fiesta de nochevieja. El año pasado se recaudaron nada menos que 7.000 euros, de los que se sacó un beneficio neto de 3.500.

Debido a la comodidad con la que se obtiene en los múltiples establecimientos de la isla la carne de cerdo y los embutidos, además de la llegada de otros muchos productos que han propiciado un cambio en los gustos alimenticios, el número de matanzas se ha reducido considerablemente. Aún así, son muchas las familias que continúan manteniendo viva esta tradición que se lleva a cabo pasado el verano. Además, un gran número de asociaciones las organiza como evento para recaudar fondos con los que subvencionar su causa.

R.D.