La familia Matutes ha pedido al presidente del Consell que
modifique el proyecto de remodelación del Teatro Pereira por otro
menos costoso que contemple exclusivamente el mínimo refuerzo
estructural y su adaptación a la normativa en materia seguridad y
operación, «manteniendo en la medida de lo posible la configuración
actual».
Con esta propuesta la propiedad del histórico inmueble quiere
acallar las críticas de la oposición sobre el «escándalo" y la
supuesta «malversación de fondos públicos» que supone la inversión
prevista por el Consell, de 8,2 millones de euros (1.360 millones
de pesetas), por una cesión temporal de 40 años. «Somos conscientes
de que ello supone que las posibilidades escénicas del teatro no
sean mucho mejores de las que reinaban a finales del siglo XIX,
pero el coste, como es lógico, será mucho menor», dice un extracto
de la carta remitida por la propiedad al presidente del Consell
Pere Palau, y que ayer hicieron pública en rueda de prensa Pedro
Matutes, su padre Abel Matutes Tur y Antonio Matutes.
Además, la familia Matutes solicita en dicha carta que cualquier
obra se ejecute si existe consenso, en un plazo razonable, con el
Ayuntamiento de Eivissa. «Entendemos como razonable que tal acuerdo
se materialice antes del 31 de diciembre, plazo que estimamos
suficiente para el análisis técnico y el diálogo institucional«,
apuntó Pedro Matutes, que prosiguió: «De no existir tal consenso en
ese plazo, le solicitamos encarecidamente [al Consell] que o bien
efectúe la mínima intervención posible en el teatro o bien el
Consell se considere liberado de cualquier compromiso que se derive
del convenio firmado en su día». Dicho convenio se firmó el 5 de
mayo de 2004 con una cesión temporal hasta el 31 de diciembre de
2017. Posteriormente, en junio de 2005, en vista del alto coste de
la reforma se amplió este plazo de cesión hasta el 31 de diciembre
de 2044.
Pedro Matutes lamentó «las mentiras descaradas que se han dicho
para confundir a la gente» y aseguró que el conseller del pacte
Miquel Ramon no es la persona más indicada para hacer «un
llamamiento a la ética», por «las prebendas» que goza su partido en
el Parlament. Matutes matizó que es falso que la cesión pactada con
el Consell sea improrrogable. Asimismo, Matutes destacó que la
propiedad se reserva el uso privado del teatro un máximo de 25 días
al año, y «no cuatro meses como se ha dicho». Esta reserva se
circunscribe al periodo que comprende del 1 de junio al 30 de
septiembre. También recalcó la familia que es imposible que,una vez
finalizada la cesión del inmueble, éste se pueda reconvertir en un
centro comercial, como también se ha dicho. Para demostrarlo, la
familia Matutes recuerda que ha pedido al Consell la protección del
inmueble con un BIC.
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