El Grup Progressista del Consell pedirá formalmente el lunes en el pleno al equipo de gobierno que negocie con la familia Matutes la compra del Teatro Pereira. El Pacte considera «un escándalo» que la institución invierta 8,2 millones de euros (1.375 millones de pesetas) en la reforma del inmueble por una cesión temporal de 40 años. El conseller progresista Miquel Ramon aseguró que se trata de un caso de «malversación de fondos públicos». Recordó, además, que la familia Matutes se reserva el uso privado del inmueble cuatro meses al año, según estipula el convenio suscrito entre la propiedad y el Consell. En este sentido, la portavoz de la oposición, Pilar Costa, criticó que se firmase el convenio sin que se fijara el coste de las obras de rehabilitación del edificio. «Se firmó un cheque en blanco», lamentó Costa, que añadió: «El Consell, por ejemplo, se debería haber reservado una cláusula para anular el convenio en el caso de que los costes de las obras ascendieran a una cantidad determinada». Pilar Costa entiende que el Consell debería agotar todas las posibilidades para que el teatro pase a titularidad pública, incluido por la vía de la expropiación. «El Consell no tiene desde luego ningún problema en expropiar a los afectados por las autopistas», dijo.

Ramon abundó en que el coste del proyecto de reforma, que prevé la remodelación del interior del teatro, es «una barbaridad», al margen, según dijo, del posible pago de «indemnizaciones» a la empresa que explota el bar-musical, que deberá cerrarlo durante las obras. El coste de las obras supondrá el pago de 17.180 euros al mes (2,8 millones de pesetas) durante los 40 años, incluidos los meses que la propiedad se reserva para su uso privado.

Por otra parte, el Pacte también exige que «el proyecto de rehabilitación preserve el carácter original del edificio y se ajuste a la legislación vigente». Precisamente la comisión del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) de la zona informó desfavorablemente al proyecto presentado por el Consell puesto que altera la estética histórica del inmueble.