El director general de Agricultura del Govern, Juan Carlos Torrents, acompañó al conseller Pep Mayans. Foto: S.G.

Eivissa y Formentera tendrán una denominación de origen para sus vinos. Así lo decidieron ayer los bodegueros en una reunión mantenida con el conseller de Agricultura, Pep Mayans, y representantes del Govern Balear. El objetivo es dar un paso más en la regulación de esta bebida protegida actualmente bajo la figura de Vi de la Terra. Para conseguirlo se crearán los mecanismos necesarios, entre los que destaca la instauración de un panel de pruebas en el que se encuentren representados productores, administración y consumidores. La principal característica de la denominación de origen es que incluye el análisis sensorial y la calificación de todas y cada una de las partidas que salen al mercado, medidas que se unen a las del control químico y físico ya practicadas actualmente. Además, éstas estarán diferenciadas mediante las menciones de crianza, reserva y gran reserva. De esta forma, Eivissa pasará a unirse a Binissalem y Pla de Llevant, las dos denominaciones de origen existentes actualmente en Balears.

Las bebidas espiritosas de Eivissa viven un buen momento. Eso es lo que se desprende de los datos presentados ayer por el Consell Insular en relación a las ventas y exportaciones de licores y vinos producidos en pitiusa mayor. En 2004 se comercializaron 275.000 litros de hierbas ibicencas, un 21 por ciento más de la cantidad vendida en 2003, lo que supone un valor total de 1'7 millones de euros. Además, la exportación se ha incrementado un 84 por ciento, el 16 por ciento repartido entre el resto del territorio español y la Unión Europa, principalmente Alemania. Algo que según el conseller de Medio ambiente y Agricultura, Pep Mayans, es digno de alabar por el importante valor que tiene como difusor del nombre de la isla en la península y el continente europeo. Las hierbas ibicencas son la bebida espiritosa elaborada en las Pitiüses y obtenida básicamente por la extracción de aromas de diversas plantas de la zona mezcladas con plantas anisadas.

En cuanto a vinos, la superficie de viña dedicada fue de 28 hectáreas, un cuarenta por ciento más que el año anterior. En total se produjeron 111.000 litros de esta bebida, que tuvo un valor total en el mercado de 281.000 euros. Además, en el informe se destaca el incremento de vino rosado. Las previsiones para este año son también bastante positivas. De momento se han recogido 31 hectáreas de vid, un 9'6 por ciento más que el año anterior, lo que se traduce en una producción de 114.000 litros, 65 por cada 100 kilos de uva.

Iván Muñoz
El director general de agricultura del Govern Balear, Juan Carlos Torrents, el conseller por Formentera, Pep Mayans y el primer edil de la isla, Isidor Torres, acompañados por los responsables de las dos bodegas que se han acogido a la denominación de origen para comercializar sus caldos como vino de Formentera, hicieron una presentación en las bodegas Terra Moll de la Mola de unos caldos que sin duda serán siempre muy especiales ya que Formentera, junto a Lanzarote, fueron los dos únicos lugares del territorio nacional que no fueron afectados por la plaga de la filoxera de hace casi un siglo por lo que se sigue trabajando con cepas de gran antigüedad, de especial consistencia adaptada a terrenos difíciles y que producen caldos de sabores únicos y claramente diferenciados.

Paralelamente se presentó el logo identificador de la DO de Formentera, escogidos según Mayans por los propios productores a quienes el conseller agradeció sus esfuerzos personales, para producir vino de calidad. G. Romaní