B. R. / EFE
La planta hotelera balear debe reconvertirse, especialmente los establecimientos de baja categoría que llevan explotándose 40 años, y reducir el número de plazas que oferta, a fin de recuperar unos niveles de rentabilidad que el propio sector considere aceptables, según el estudio «Análisis de la oferta hotelera balear» , elaborado por el Centre de Recerca Econòmica (CRE) de Sa Nostra y la UIB.

El director del centro, Antoni Riera, presentó ayer en la sede central de la entidad bancaria el documento en compañía del presidente de la Agrupación de Cadenas Hoteleras, Francisco Miralles, el vicepresidente de esta entidad, Miguel Àngel Fornés. Las principales conclusiones del informe apuntan a que es necesario realizar una «reconversión» de la planta hotelera, ya que se han detectado numerosos establecimientos de categoría baja y en explotación desde los años 60 que necesitan urgentes modernizaciones, ya que «podrían rozar la obsolescencia», según dijo Riera, manifestación que fue corroborada por Miralles, quien puntualizó que un hotel debe renovarse cada seis o siete años. Sin embargo, el responsable de la Asociación de Cadenas Hoteleras puntualizó que en la mayoría de casos, los hoteles anticuados son independientes y que, al haber descendido la rentabilidad, se dificulta que los empresarios reinviertan en mejorar sus establecimientos. Para el experto del CRE, el objetivo del sector hotelero balear debe ser «consolidar la demanda del segmento de sol y playa», ya que es el que ha aportado más a la industria turística de las islas y, recomendó adoptar una «estrategia de reconversión», así como una mayor capacidad de adaptación al «contexto cambiante» en que se desenvuelve la actividad turística.