La Comisión Balear de Medi Ambient ha dado el visto bueno al
proyecto de reutilización de aguas residuales de la comunidad de
regantes de Can Bossa, en Sant Josep, siempre y cuando el
abastecimiento de agua a la población de la zona provenga de la
depuradora de Sant Antoni y, por tanto, su salinidad sea inferior a
0,5 gramos por litro. Así, Medi Ambient supedita la puesta en
marcha de este proyecto al suministro de agua potabilizada
procedente de Sant Antoni a través de la interconexión de las
desaladoras. Platja d'en Bossa y Sant Jordi es una de las zonas de
la isla que tiene mayores problemas por la alta salinidad del
agua.
Los promotores del proyecto también tendrán la obligación, según
las prescripciones dadas por la Comisión Balear de Medi Ambient, de
realizar un control de calidad del agua, entregando una copia de
los resultados de los análisis que se practiquen al Servicio de
Estudios y Planificación de la dirección general de recursos
Hídricos. Precisamente, el Pacte criticó recientemente, tras el
anuncio de la ampliación de la depuradora, con un proyecto que
dobla su capacidad actual y una inversión de seis millones de
euros, que, primero, debería solventarse el problema de calidad de
agua que padecen los habitantes de la zona.
El proyecto del uso de agua depurada para riego, cuyas obras
comenzarán seguramente el año que viene, cuenta con financiación
del Gobierno central y contempla la construcción de una balsa
reguladora del caudal del agua depurada. Medi Ambient obliga a que
esta obra se ubique sobre la zona agrícola y no afecte, así, a la
zona húmeda del Parque Natural de ses Salines. De la misma manera,
el organismo del Govern establece que el servicio de conservación
del Parque Natural deberá llevar un control de las obras. También
tendrá que intervenir un especialista en botánica durante las obras
de replanteo para evitar daños sobre la flora de interés del
salobrar.
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