Los arquitectos que construyen lo que será el futuro cuartel de la Guardia Civil de Eivissa recogen durante estos días las observaciones que les han hecho los mandos del instituto armado para efectuar pequeñas modificaciones en el proyecto final del inmueble. Dichas modificaciones servirán para conseguir mayor operatividad en las unidades que se beneficiarán del nuevo edificio. Días atrás se hicieron observaciones para que se destine un espacio para una perrera y se acondicionen convenientemente zonas para los calabozos y el trasiego de vehículos. Los técnicos, sin embargo, sí habían previsto ya una sala de reconocimiento de detenidos.

Las obras, como ya se informó, van muy adelantadas y no se descarta que el edificio esté listo antes de que expire su plazo de entrega, en julio de 2007. La estructura, con sótano y tres plantas más, se está levantando sobre una superficie de 2.800 metros cuadrados. La casa cuartel contará con nueve viviendas de 97 metros cuadrados para familias y 30 apartamentos de 22 metros cuadrados para los guardias solteros.

El cuartel, en el que se invertirán 4.243.600 euros, también estará dotado de espacios comunes para los agentes y sus familias, como es una cafetería y un comedor. El edificio de Can Cifre permitirá también que en él queden centralizadas la unidad de Policía Judicial y otros grupos operativos que hasta ahora han tenido que repartirse entre el acuartelamiento de sa Coma y los puestos de Sant Antoni y Santa Eulària.