El acto de inauguración del bulevar Abel Matutes y la plaza Antoni Albert i Nieto fue escenario ayer del enésimo capítulo de la polémica que mantienen desde el principio de la legislatura los gobiernos del Consell y el Ayuntamiento de Eivissa.

Esta vez fue el presidente del Consell, Pere Palau, quien lamentó y criticó «la manera de hacer política» del Ayuntamiento al «restar protagonismo» a la institución insular, que ha aportado casi el 50 por ciento del coste de la obra a través del Plan de Obras y Servicios (PIOS), en la inauguración de la obra.

Palau, que asistió al acto, quedó relegado a un segundo plano y no fue invitado siquiera a subir al escenario desde donde el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, el ex ministro Abel Matutes y la familia del maestro Antoni Albert i Nieto ofrecieron unas palabras. En su discurso, el alcalde de Eivissa tampoco hizo mención alguna a la aportación económica del Consell.

Tras concluir el acto, Palau no se mordió la lengua y lamentó ante la prensa la actitud del Ayuntamiento hacia el Consell. «Cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero hoy [por ayer] el protagonismo y la presencia pública del presidente del Consell se ha limitado a un segundo o tercer plano», subrayó, para añadir a renglón seguido: «Esta es la forma de hacer política de algunas instituciones que luego se dedican a salir públicamente como víctimas y diciendo que el Consell les discrimina». El presidente explicó que fue el Ayuntamiento quién informó al Consell de cómo se iba a organizar el protocolo del acto: «Si nadie me invita a subir al escenario, no lo haré. No tengo ningún afán de protagonismo».

Posteriormente, tras tener conocimiento del enfado de Palau, Tarrés le llamó por teléfono para pedirle disculpas. «Pido disculpas públicamente. No entiendo cómo funciona el protocolo y tampoco estoy pendiente de estas cosas. Que la gente sepa que esta obra se ha hecho con financiación de los PIOS del Consell, y aunque no hubiera sido así el presidente del Consell tiene que estar», dijo.

Matutes también lamentó que el Consell hubiera quedado relegado a un segundo plano y conminó a ambas instituciones a colaborar conjuntamente para obtener inversiones del Estado.

(Más información del acto en las páginas 22 y 23)