Decenas de personas asistieron ayer por la tarde a la fiesta solidaria organizada por el Fons Pitiús de Cooperació que tuvo lugar en las inmediaciones de la iglesia de Sant Rafael con motivo de las fiestas de la localidad.
El evento, que reunió a los socios de la entidad entre ONG e instituciones públicas, contó con actividades para los más pequeños como fueron los juegos y cuenta-cuentos.
Varios fueron los stands que informaron y puntualizaron sobre la globalización, la multiculturalidad y la sensibilización, ofreciendo productos de los países en los que las diferentes asociaciones llevan a cabo sus proyectos. Este fue el caso de Ensenyants Solidaris que ofrecían, entre otros productos, pulseras hechas por niños de Guatemala, país al que viajaron los maestros para cooperar en el proyecto de la asociación. «Huehuetenondu es el pueblo de la zona del altiplano, una de las zonas más pobres de allí al que fuimos por un mes y que fue una experiencia muy positiva porque más que enseñar fuimos a compartir y hemos aprendido mucho», explicó Loli Aparicio, una de las maestras de la asociación.
También estaba Manos Unidas presentando sus cuatro proyectos de este año que se dividirán en dos para la India y otros dos en Àfrica. En el primer país, la asociación tiene la misión de construir un internado para niñas en el distrito de Hassan y la construcción de un hogar para niños aborígenes en un pueblo del estado de Tamil Badu. El otro destino tiene como proyecto la formación de agentes de salud, y de un tanque y conducción de agua en un colegio de secundaria en Kabuwoko, Uganda. «Este año todos tenemos que estar unidos por la globalización», comentó la expositora Menchu que no quiso perder la oportunidad para anunciar que el próximo miércoles a las 20,00 horas habrá una conferencia acerca de la globalización en la sede de la universidad.
La tienda solidaria de Eivissa, Comercio Justo de la Fundación Deixalles, también presentó su stand en la fiesta en el que se podían adquirir café de Chiapas, también de Colombia, ron Liberación de Cuba, y chocolate hecho de cacao de Bolivia y azúcar de Filipinas entre otros productos. «Comercio Justo está en todo el mundo, y cada vez que se compra un producto de esta cadena, un pequeño productor de los países del tercer mundo gana siete veces más, como mínimo, que lo que gana con cualquier multinacional», recordó Flor, colaboradora de la asociación quien además aseguró que ésta red de productos garantiza que los pequeños productores del tercer mundo trabajen en condiciones laborales dignas. También informó que 'Comercio Justo' se encuentra preparando una apetitosa y surtida cesta de navidad que estará dirigida a instituciones y empresas.
El Fons Pitiús presentó un espacio en el que podían degustar comidas del mundo hechas por organizaciones e inmigrantes. A partir de las siete, la fiesta continuó con conciertos de música en vivo a cargo del guitarrista Marcial.

L.A.