Los trabajos de mejora de la denominada «curva de la Casilla» de Formentera, entre los núcleos urbanos de Sant Francesc Xavier y Sant Ferran de ses Roques, se iniciaron ayer por la mañana con las inevitables molestias y retenciones de tráfico debido a que sólo se habilita de forma alternativa un carril para el paso de vehículos. La curva está situada en el hito kilométrico 4,300 de la PM-820, la carretera que va de la Savina a la Mola y que constituye el eje principal de toda la circulación rodada de la isla.

Se trata de un punto especialmente peligroso de dicha vía por cuanto sin ser especialmente cerrada presenta dos problemas de cierta importancia, la práctica ausencia de peralte en la misma, una curva plana en definitiva, y que en invierno presenta con mucha frecuencia un piso húmedo que puede convertirla en una trampa.

A ello hay que sumar que dicha curva se encuentra, yendo desde Sant Ferran hacia Sant Francesc, al final de una recta de un kilómetro de longitud por lo que los vehículos abordan dicha curva a una velocidad que por lo general es muy elevada cuando no claramente excesiva si se tienen en cuenta los límites de velocidad en carreteras de estas características.

En los trabajos, que durarán unas tres semanas aproximadamente, el Consell Insular d'Eivissa i Formentera invertirá 30.000 dotando a dicha curva de un ligero peralte que combata la fuerza centrífuga propia de la velocidad y el giro combinados, al tiempo que con posterioridad se aplicará una capa de producto antideslizante a fin de acentuar las condiciones de seguridad de dicha curva.