Más de la mitad de los niños en estado de desamparo son menores de 6 años

Los datos de la memoria del servicio de protección de menores evidencia, según la responsable del servicio de menores del Consell, Fina Costa, que hay una mayor sensibilidad entre la población a denunciar situaciones de riesgo y desprotección de los niños. «Han incrementado mucho las denuncias de desprotección que hacen de servicios sociales, escuelas, médicos o la ciudadanía en general», explicó Costa. En 2001 se contabilizaron 67 denuncias, en 2002, 92 y en 2003, 134. El número de expedientes es similar al de otros años, pero no las denuncias. La institución aplica las medidas de protección que se contemplan en la ley, «pero hay otra parte de intervención de casos de riesgo que no aparecían reflejadas, porque se hacen en red comunitaria o en coordinación con otros servicios», puntualizó.

La medida de protección más drástica es tutela del menor por parte de la administración, que se adopta en aquellos casos en los que se justifica por la gravedad de los mismos. Los datos son alarmantes, ya que de las tres tutelas asumidas en 2003 se ha pasado a 20. En 2001 se asumieron 16 tutelas. La diferencia radica en que 2001 se trataba, sobre todo, de menores extranjeros no acompañados de edades de 13 a 18 años, un reflejo de la situación migratoria. Sin embargo, en el año pasado más del 50% de las tutelas asumidas son menores con edad inferior a los seis años.

En cuanto a los acogimientos institucionales se han incrementado más del 60%, de 34 en 2002 se ha pasado a 57 en 2003. Cuando se detecta una situación de desamparo de un niño se pone en marcha un protocolo de actuación para que los servicios de menores puedan intervenir. Si el menor ha de salir fuera de su casa por la situación de riesgo se puede realizar un acogimiento institucional o familiar. Más de la mitad de los acogimientos realizados son de familia biológica, que pueda asumir la guarda de tutela del menor. En el caso de que no se disponga de parientes se puede acudir a la cartera de acogimientos familiares y, en último caso, al acogimiento institucional. Las medidas son temporales y cesan cuando la familia vuelve a estar en condiciones para acoger al niño. Los acogimientos institucionales han sido 57 y los familiares, a 35.