El presidente del Consell, Pere Palau, reconoció ayer que el proyecto de trazado de la carretera de Sant Antoni, con todas las modificaciones a la baja incluidas, «no es la mejor solución técnica», aunque asume que «políticamente es el más acertado». Palau resaltó que el nuevo modelo de carretera se ajusta a los criterios planteados por el PSOE y expresó una vez más su confianza en que éste cumpla con el convenio de carreteras.

En el caso de que el PSOE se oponga a financiar la obra ( el Presupuesto General del Estado de 2005 no prevé partida alguna), el Govern balear, según recordó ayer Palau, recurrirá el incumplimiento del convenio ante la Justicia. «No descartamos que el asunto acabe en un contencioso», indicó. «Más pronto o más tarde tendrán que pagar», subrayó Palau, repitiendo una de las alocuciones más sonadas del presidente Matas en el debate general de la Comunitat.

Si finalmente no hay acuerdo, el Govern, según Palau, financiará el proyecto con fondos propios, por lo que «no habrá retrasos en su ejecución». «Si hace falta el Govern se hará cargo de la financiación, y luego las dos administraciones [Gobierno central y Govern] se tendrán que poner de acuerdo», subrayó el presidente.

Sin embargo, Palau afirmó que «difícilmente» el PSOE se puede negar a financiar el proyecto, puesto que éste recoge el modelo propuesto por los socialistas. También contempla, según Palau, las demandas de la mayoría de los ciudadanos. El proyecto no se someterá a exposición pública. Palau explicó que la Comisión Balear de Medi Ambient tiene que emitir un informe previo a la presentación del proyecto definitivo y a la licitación de las obras.