Oliver Mendoza hace poco que decidió dejar a un lado el fútbol y dedicarse al mundo de la fotografía. De jugador de la Peña y del Recreativo B de Huelva, equipo de tercera división, y con varias propuestas de contrato, ha pasado a presentar fotos a concursos de fotografía y a exponer allí donde puede.
Se marchó para tierras andaluzas con un contrato del Recreativo B de Huelva y una lesión en la rodilla al mes y medio de estar allí le sirvió para reflexionar y decidir cuál era el rumbo que quería seguir en la vida porque él veía que su carrera en el fútbol estaba yendo para abajo. Y lo tenía claro:«No sé hasta cuándo, pero de momento aparco lo de jugar al fútbol». Tal decisión ha hecho que los domingos, en lugar de quedar con los amigos para ir a jugar al fútbol, los dedica a coger la cámara y captar todo aquello que puede ser una buena foto,: «He cambiado la pelota por la cámara».

De momento «me va bastante bien», dice muy ilusionado ante la cantidad de proyectos que le están surgiendo en Huelva, donde vive desde hace un año, aproximadamente. Prueba de ello es que en el Concurso Internacional de Harley Davidson en Portugal una de sus fotos quedó seleccionada de las 45 que se escogieron quedando entre las siete fotos más votadas.
A partir de ahí se le ha presentado la oportunidad de exponer en el Café-Sótano de Ayamonte, un pueblo muy vinculado con la pintura y la fotografía. La muestra estará formada por doce fotos en total: cuatro de Eivissa en blanco y negro, otras cuatro de Marruecos y, el resto, de la Sierra de Huelva. En este bar expone el pintor Rafael Oliva, que es el que está haciendo el retrato a los Príncipes de Asturias y a los Reyes.
Eivissa interesa y Oliver, en el mes de octubre, va a ir a un programa de televisión, «Tele Onuva», en el que hablará de Eivissa y de su repentino cambio de profesión. Allí contará las maravillas de las pitiusas ya que «yo siempre contaré cosas buevas de mi tierra», dice Oliver.

Pero pese a que las cosas le van bien, todavía se acuerda de su tierra y tiene el proyecto de montar una exposición en la isla en compañía de Manuel Díaz Carro y Manuel J. Lago, dos fotógrafos «de primer nivel» y especialistas en la fotografía de Semana Santa. Es tal el cariño que siente por la isla que su novia siempre le dice: «Con lo bien que hablas siempre de Eivissa, te marcharás y me dejarás aquí». C.V.