«El ser mi propio jefe ha sido siempre mi máxima ilusión». Manuela Roselló cumplió su deseo hace dos años cuando logró formar su propia empresa hace dos años con dos socias, Antonia Roig y Pepita Riera. Todo comenzó cuando las tres coincidieron en el taller de ocupación de mantenimiento de bienes culturales de la Escuela Taller del Ayuntamiento de Eivissa. Las tres congeniaron, les gustaba la restauración de muebles y dieron el paso. «Pedimos un crédito y tuvimos ayudas del Servei d'Ocupació de les Illes Balears», recuerda Manuela.

De esta manera se lanzaron al negocio de la restauración de mueble, sin experiencia en el sector, mayores de 45 años y, por primera vez, dirigiendo ellas un negocio tras una vida trabajando por cuenta ajena, salvo Antonia que montó hace años una tienda. «Nos daba mucha pena dejar el curso. Las tres estábamos en paro y nos hacia mucha ilusión», rememora Manuela. Así nació MAP, su empresa, cuyas siglas corresponden a las iniciales de sus nombres.

«Empezamos trabajando la restauración de las puertas del Ayuntamiento de Eivissa, el 15 de septiembre», precisa Pepita Riera, que recuerda la fecha con precisión ya que coincidía con el comienzo del curso escolar. Las tres han tenido que conciliar la vida familiar con la laboral, ya que tienen hijos e incluso, dos de ellas, nietos. Hay incluso rastros de esa vida familiar en su taller, un local alquilado en la calle Galicia del barrio de ses Figueretes, como el cochecito de un bebé en una esquina. «Nuestras familias nos han apoyado», comentan.