Una multitudinaria cola de niños acompañados por sus padres esperaban a recoger la ansiada camiseta para ponerse manos a la obra y diseñarlas a su gusto en la Plaza dels Pintors (nunca mejor dicho ni lugar más apropiado para tal actividad) en Sant Antoni. Más de 200 camisetas, de las tallas pequeña, mediana y grande, no tardaron más de media hora en agotarse. Los organizadores tuvieron que ingeniárselas para conseguir, por lo menos, una quincena más. Fue tal el éxito del encuentro que, seguidamente, los abastecimientos se fueron acabando.

Los niños, como buenos creadores que son, dejaron volar su imaginación y, unos, pintaron dibujos realistas, como Marilia, Pierre y Helena, que hicieron una casa con flores, una puesta de sol y una bonita flor; otros, sin embargo, realizaron pinturas más surrealistas al estilo Miró. Algunos, en lugar de camisetas se pintaban los pies y las manos, y los papás más originales untaron los pies de sus bebés plasmando sus diminutas huellas sobre la camiseta. Menos mal que la pintura era disolvente y al minuto quedaban totalmente limpios.

Luego, como si de un patio de vecinos se tratara, todas las camisetas se tendieron alrededor de toda la plaza para que se secaran.

La pintada de camisetas lleva muchos años realizándose y Lola, mientras algo nerviosa repartía la pintura y la colocaba en los platos, comentaba: «Mi hijo tiene 25 años y yo venía con él. Fíjate el tiempo que hace». Este año contó con la presencia de algunos artistas del «Action painting» que acudieron para ayudarles a pintar. Seguramente, de aquí saldrá más de un futuro artista. C.V.