Roque López se abraza a una delegada del partido al conocer el resultado del escrutinio que lo coloca como el nuevo secretario general del PSOE en las Pitiüses. Foto: KIKE TABERNER

El triunfo de Roque López supone una revolución en el partido y una honda transformación en la estructura del mismo. López garantiza que el 40 por ciento de la Comisión Ejecutiva serán personas sin cargo público. Tarrés no estará en la Comisión Ejecutiva. Tampoco estuvo anoche en el Hotel Los Molinos, donde se celebró el Congreso, para felicitar al nuevo secretario general. Ambos, sin embargo, hablaron después por teléfono. López le ofreció el cargo de presidente del partido, pero Tarrés lo rechazó. «No estaré. Dije que lo dejaría, y así es. Estaré en el partido, pero no como presidente», informó luego a este periódico.

Campillo también aseguró anoche que no aceptará formar parte de la dirección del partido, pese al ofrecimiento de Roque López, lo que demuestra que, a pesar de lograr el apoyo mayoritario del partido, su elección abre una profunda crisis en la familia socialista. «No estaré en la Ejecutiva porque defiendo otro modelo de partido y otra forma de hacer las cosas», explicó Campillo. «Lo apoyaré porque es mi secretario general, pero no formaré parte de la Ejecutiva», reiteró. Quien sí parece que estará es Vicent Tur: «Estoy a disposición del partido».

Nada hacía pensar una semana atrás que la división interna del partido se iba a agudizar de esta manera. Hasta última hora se intensificaron las negociaciones y, pese a la presión del último momento frente a los delegados, los tres candidatos fueron incapaces de llegar a un acuerdo. Ni pactos a dos, ni cuarta vía con Xico Tarrés como mediador, ni nada de nada. Poco antes de la votación final hubo incluso lío a la hora de determinar si los tres candidatos debían ofrecer un discurso de cinco minutos. Se rechazó con 34 votos en contra por 31 a favor, lo que no gustó a muchos socialistas. «En este partido no se respeta ni la palabra», decía airado uno de los delegados .