La década de los 90 fue una época aciaga para la moda Adlib. Hay
varias causas que la colocan en una situación difícil, y sólo una
mala salud de hierro hace que no desaparezca. Son muchos los que
vaticinan su desaparición: prensa, políticos y las mismas firmas la
dan por muerta. Smilja muere, la cual, durante muchos años, había
sido el motor que conseguía, a trancas y barrancas y un año tras
otro, que continuaran los desfiles. Cuando desaparece no hay nadie
preparado para sustituirla, ni tampoco se le busca. Durante unos
años no hay desfile y encima, cambios políticos; todo ello son
factores a tener en cuenta para comprender y entender la profunda
crisis en que se ve envuelta la moda.
Al final vuelven los desfiles, vuelve a reorganizarse el
patronato, pero ya nada es lo mismo: han desaparecido demasiadas
firmas, hay descontento y desunión entre los creadores, se
incorporan nuevos nombres francamente con "más de lo mismo", sin
nuevas ideas o bien ideas que de estilo Adlib no tienen nada. Desde
el patronato no se sigue un criterio de trilla o selección y no hay
una selectividad, necesaria a todas luces. Al escribir esto no
descubro nada nuevo, esto está en boca de las mismas firmas y de
los medios de información; yo me limito a constatar los hechos.
¿Cuál es la solución ? ¿Cuáles son los criterios a seguir?
Doctores tiene la Iglesia. Yo me limito a dejar constancia de mi
modesto criterio, sin pretensión de pasar de simple opinión. En la
magnífica obra del Príncipe de Lampedusa "El gatopardo", hay una
frase genialmente maquiavélica del protagonista, el príncipe de
Salinas, cuando ve que se hunde su mundo y que se avecina un cambio
total para siempre: "hay que cambiarlo todo, para que todo siga
igual". Yo creo que en esta frase, tremendamente dramática, está la
respuesta. Debería darse un giro de ciento ochenta grados desde sus
planteamientos, empezando de cero, teniendo en cuenta toda la
experiencia adquirida durante 30 años. Crear unos estatutos nuevos,
estableciendo un criterio de selección, pero selección Adlib. No
basta ser bueno o muy bueno para participar. Me explicaré con un
ejemplo claro: si Valentino u Oscar de la Renta, para poner un
ejemplo, fueran firmas ibicencas, estuvieran establecidos y crearan
en Ibiza, serían merecedores de todos los elogios, honores, ayudas
y patrocinios, pero mientras no crearan un estilo "nuestro" no
podrían formar parte del movimiento Adlib. Quiero decir con esto
que nadie puede ni debe sentirse molesto por el hecho de no ser
aceptado . Un gran pintor figurativo nunca será aceptado en una
exposición sólo de pintores abstractos. Este es el criterio que
debe seguirse para la selectividad.
Hay además muchos otros problemas que deberían resolverse, como
son la desunión y enfrentamientos entre firmas que ofrecen un
espectáculo pobre, lamentable y deplorable de imagen. La ropa sucia
siempre se ha lavado en casa. Naturalmente que debe escucharse a
los diseñadores cuando expongan sus problemas, sus ideas y
sugerencias, esto es básico para que haya armonía, pero ellos deben
también ser responsables y colaboradores.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.