La demanda de electricidad en Balears ha descendido un 7,5 por ciento en junio respecto al mismo mes del año anterior (hasta el 28 de junio), con una demanda total de 422.808 MegaWatios/hora, lo que supone la primera caída en la demanda desde agosto de 2002, según informó ayer Gesa Endesa. La caída de la demanda de junio de este año ha afectado a todas las islas y, en Eivissa y Formentera, la demanda ha disminuido un 4,8 por ciento (59.802 MWh).

Gesa asegura que hay dos factores que han influido en este descenso, por una parte este mes de junio comenzó con mal tiempo «por lo que no hubo tanto consumo de aire acondicionado ni de calefacción ya que la temperatura era moderada». Por otro lado, el año pasado hubo una ola de calor notable. «En el mes de junio de 2003 el crecimiento fue espectacular, del 18, 6 por ciento con respecto a junio de 2002, por eso el descenso actual hay que contextualizarlo ya que si se compara con años anteriores, más normales, estaríamos en valores normales», comentó Gesa, que, de todos modos, considera que ahora entraremos en valores altos y normales para las fechas por lo que «se superarán récords de consumo eléctrico en julio y agosto».

El hecho de que la temporada haya comenzado más floja no influye en el consumo ya que la mayor parte del gasto que contabiliza Gesa es el doméstico. «En el mes de febrero hubo incrementos espectaculares por el uso de calefacción que no tiene nada que ver con la llegada de turistas», señala la compañía. Gesa cree que este año se consumirá más electricidad «porque hay más aparatos de aire acondicionado que el año anterior ya que muchos aprovecharon ofertas del final del verano para colocar sus aparatos».

Los datos del centro territorial de Meteorología son claves. Si la media de máximas y mínimas en el mes de junio del año pasado fue de casi 25 grados, este año ha sido de 23,3. Además, la temperatura máxima de junio de 2003 fue de 36,6 grados el día 16 mientras que este año las máximas se están alcanzado en los últimos días del mes con unos 31 grados de máxima. Meteorología cree que es improbable que este sea otro verano como el del año pasado pero no descarta que ocurra en próximos años.