La conselleria balear d' Educació está evaluando la posibilidad de llevar a cabo nuevas medidas para atajar los problemas de conflictividad en los centros educativos. Una de las opciones que está barajando es reforzar en los institutos los equipos de orientación, conformados por pedagogos y psicólogos, con educadores de calle itinerantes, según explicó ayer la delegada territorial de Educació en las Pitiüses, Pilar Marí.

Por otra parte, se está estudiando la posibilidad de extender el programa de intervención socioeducativa que se lleva a cabo de forma experimental en el municipio de Eivissa a todas las islas. Marí explicó que «esta medida consiste fundamentalmente en una aula externa a la que acuden, con el consentimiento de los padres, los alumnos especialmente conflictivos durante unas horas con la intención de que estos jóvenes se mantengan el mayor tiempo posible dentro del sistema educativo».

Pilar Marí recordó que el próximo jueves se reunirá con carácter extraordinario la comisión que el Consell constituyó el pasado mes de febrero para abordar la conflictividad en los centros de secundaria. En este encuentro se analizarán todas las actuaciones necesarias para agilizar en lo posible los mecanismos que existen actualmente para hacer frente a esta problemática. Además, adelantó que está a punto de firmarse el protocolo que permitirá poner en marcha una comisión integrada por directores de instituto e inspectores educativos en la que se analizará caso por caso aquellas situaciones de alumnos conflictivos donde se plantea la posibilidad de llevar a cabo un cambio de centro.