La Plataforma Sociosanitaria de Eivissa se ha visto obligada a suspender los servicios que ofrecían a través del fisioterapeuta, educador social y psicólogo.

Desde el pasado 31 de marzo, día en el que finalizó el contrato de estos profesionales que se realiza a través del Servicio de Ocupación de Balears, la Plataforma no cuenta con los servicios que ofrecían: el psicólogo atiende a familias y enfermos, el fisioterapeuta realiza tratamientos a los afectados y el educador social se encarga de organizar las actividades y ayudar en las convocatorias.

«No hay profesionales para hacer los proyectos y no tenemos gente. Sólo se mantienen los dos auxiliares administrativos», comentó ayer la actual presidenta de la Plataforma, Antonia Ramón, ante esta situación que se prolonga ya un mes. La Plataforma demandó un equipo fijo de profesionales para esta entidad «sin tener que depender de las ayudas ni los convenios del SOIB porque cada equis tiempo se cambian los profesionales». La Plataforma es un colectivo que integra a 17 asociaciones sociosanitarias con cerca de 4.000 socios de Eivissa y Formentera, entre familias y afectados.

El colectivo depende de las ayudas de las administraciones. El Ayuntamiento de Eivissa se encarga del alquiler de la sede que se encuentra en la calle Madrid. El Consell se ha comprometido a facilitar una ayuda una vez que se haya aprobado las bases de la convocatoria de las ayudas. La Plataforma ha contactado con el resto de las instituciones municipales de la isla, los ayuntamientos de Sant Joan, Sant Josep, Santa Eulària y Sant Antoni, para pedir su apoyo para la contratación de dos trabajadores , pero aún no han tenido ninguna contestación. «Nos gustaría que las instituciones nos pusieran las cosas más fáciles», relata la presidenta del colectivo. En cuanto al Govern, la Plataforma está a la espera de que se pongan en contacto con ellos tras el cambio de gobierno en las urnas el pasado 25 de mayo.

La Plataforma ha presentado el proyecto para acceder a la prestación del SOIB, pero hasta julio no se resolverá con lo que la situación que atraviesa este colectivo, sin profesionales, se puede prolongar todavía varios meses.

Ramón lamenta la situación en la que vive este colectivo y reclama la atención de las diferentes instituciones para tratar de resolver la situación: «Estamos un poco de las mano de Dios. Trabajamos como podemos. Queremos que nos ayuden porque estamos dando unos servicios para toda la isla».