El conseller balear d'Educació, Francesc Fiol, aseguró ayer en Eivissa que su departamento dispone de un informe que demuestra que el estado del colegio de Jesús, que ha provocado protestas y movilizaciones por parte del APA del centro, no supone riesgos para los niños. «Si hubiese sido peligroso la conselleria habría sido la primera en impedir la asistencia a las clases», remarcó.

Desde la Conselleria d'Educació aseguran que hay un interés sumergido tras las protestas, que consideran «exageradas». «Si un padre cree que se puede caer el colegio no manda a sus hijos con casco a la escuela», dijo ayer Fiol.

Las quejas por la situación de las infraestructuras (los padres han denunciado la presencia de grietas en la fachada) son «respetables», según Fiol, «pero no se acercan a la realidad». La actitud de los padres «es obstinada», a juicio del conseller, que quiso aclarar que este último calificativo «no es un insulto».

La delegada de Educació en las Pitiüses, Pilar Marí, insistió en que existe un informe técnico que demuestra la falta de peligro. «Si los padres dicen que no se creen el contenido del informe se acaba el diálogo», remarcó.

Por otra parte, el conseller aseguró ayer que el IES de Sant Llorenç se terminará a finales de marzo por lo que los alumnos podrán ir ocupando las aulas a partir del 19 de abril, después de Semana Santa. Precisamente ayer una representación del consejo escolar entregó 307 firmas a Educació con las que piden la apertura urgente del centro educativo e información sobre la marcha de las obras.