La unidad de cuidados paliativos de la Asociación Española contra el cáncer atendió a 110 pacientes terminales de las Pitiüses el año pasado, 16 más que en 2002. El servicio, integrado por la doctora Pilar Rapún, la enfermera Patricia Cruz y la psicóloga Teresa Fluxà, recibió 90 peticiones nuevas, de las que se atendieron 80. El resto no se atendió ya que en seis casos eran imposible los cuidados en domicilio y cuatro de ellos no deseaban ser atendidos en su casa. La media del tiempo de espera desde la solicitud hasta el primer contacto fue de 1,2 días.

El 74% de los pacientes atendidos proceden de oncología, pero también han atendido pacientes desde medicina interna, la unidad de hospitalización a domicilio y atención primaria. El número de fallecimientos ha sido de 78. La unidad hace un seguimiento a la familia tras la muerte del paciente: se han realizado 75 llamadas de duelo y se han atendido a 16 familiares.

El equipo ha realizado durante este año 1.539 visitas, ha efectuado 2.351 llamadas telefónicas, recorrido 9.849 kilómetros y siete visitas a Formentera. La doctora aseguró que ha aumentado el número de llamadas este año, «se ha potenciado el contacto y el seguimiento telefónico». Cada día, se atienden una media de 6,1 visitas, 9,3 llamadas, 39,2 kilómetros y 14 visitas por paciente.

Las visitas, que se realizan enfermera y médico de manera conjunta o por separado, siguen produciéndose la mayoría de ellas en el domicilio, pero este año se ha potenciado el número de visitas en la consulta en el hospital de aquellos pacientes que mantienen una cierta actividad y pueden desplazarse, aprovechando que acuden al hospital por otro motivo. Con esta unidad de cuidados paliativos se consigue que el 71,8 de los pacientes permanezcan en su domicilio.