Iberia planea vender su oficina central de Eivissa, cerrada desde el verano

Los responsables de la aerolínea española han optado por actuar en varios frentes para sanear en todo lo posible sus cuentas. Pero la creciente competencia de los operadores de bajo coste y el aumento de la alianzas entre sus competidores internacionales, como la unión entre Air France y KLM, le ha obligado a actuar cuento antes.

El primer capítulo de la política de ajuste de gastos se vivió en pleno verano cuando la compañía que preside Fernando Conte anunció la intención de cerrar la mayoría de las oficinas de venta de billetes repartidas por toda España. Ello se debe a su baja rentabilidad y al fuerte desarrollo de otras divisiones de la empresa que operan de forma directa con las agencias de viajes y con los propios clientes, a través de su página web en Internet, donde el número de reservas de vuelos realizadas ha crecido de forma espectacular. La oficina de Eivissa, situada en Vara de Rey, permanece cerrada desde el verano y, según apuntan los planes de la compañía, será vendida.

Otras ciudades en las que Iberia cuenta con oficinas susceptibles de ser cerradas y vendidas son Santander, Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Santiago de Compostela, Granada, Las Palmas, Tenerife, Palma de Mallorca, Gerona, Tarragona Málaga, Vitoria, San Sebastián, Oviedo, Santa Cruz y Zaragoza.

Con todas estas ventas la empresa espera lograr importantes plusvalías que le aseguren una cierta comodidad económica ante el avance de la competencia y la incertidumbre del mercado turístico.

Además, la compañía ha comenzado a deshacerse de negocios que no tuvieran una relación directa con el transporte aéreo, y ha empezado a esternalizar servicios, llegando a acuerdos con empresas para los realicen ellos en colaboración con Iberia, compartiendo los ingresos y los gastos que generen.