Los requisitos morfológicos tenidos en cuenta por los dos jueces
fueron el punto del hocico, la colocación de las orejas, el estado
de la dentadura y el cierre de la boca, la espalda del animal, la
angulación y los aplomos delanteros y traseros y el rabo, además de
una estatura de 60 a 67 centímetros en las hembras y de 67 a 72 en
los machos. Los canes que pasaron las exigentes pruebas pasaron a
registrarse con todos sus datos y los de su propietario en el LOE,
Libro de Orígenes de las Razas Españolas antes, de que los
veterinarios Jordi Masip y Joan Riera procediesen a tatuarles el
número de registro correspondiente en una de sus orejas.
Desde las 9'30 hasta las 15'45 horas por el recinto ferial
desfilaron un total de 409 ejemplares de ca eivissenc para pasar un
estudio morfológico llevado a cabo por Jaime Veral y Miguel Gil,
jueces de la Real Sociedad Canina, especialistas de esta raza. De
todos los perros que acudieron al examen, 120 obtuvieron los
papeles y pasaron a registrarse en el Libro de Orígenes de las
Razas Españolas, una vía de ingreso excepcional para obtener el
ansiado pedigreé. «Lo normal hubiese sido que para obtener los
papeles de pureza de la raza tuviésemos que esperar a que naciesen
tres generaciones de podencos, es decir, que un ejemplar con
pedigree traído de fuera criase y esas crías volviesen a
reproducirse», resumió Toni Serra Peixet, presidente de los
criadores y organizador de las pruebas. «Nosotros hemos conseguido
que de manera excepcional y teniendo en cuenta las circunstancias
históricas de esta raza en las islas la Real Sociedad Canina
Española accediese a hacer este reconocimiento que da los papeles
directamente a los perros que cumplan con los requisitos
morfológicos que definen al podenco ibicenco como tal», reveló.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.