Los centros de menores de Eivissa, en la imagen, y el de Santa Eulària se encuentran al límite de su capacidad.

Este año se han registrado más casos de menores en situación de desamparo por varias causas: malos tratos, abandono o negligencia. Los técnicos destacan, además, los escasos recursos existentes destinados a la infancia por parte de las diferentes administraciones y la necesidad de aunar esfuerzos para hacer una puesta en común ante este aumento. La administración decide asumir la tutela de un niño cuando se declara un desamparo del menor. Costa destaca que cuando se adopta esta medida es porque la situación es muy grave. La retirada de la tutela a los padres se realiza en casos extremos, «se apura todo lo que se puede».

En 2001, el número de tutelas se disparó, pero los motivos eran muy diferentes a los de este año ya que se debió a la llegada de muchos niños inmigrantes y en los primeros momentos de intervención se asumía la tutela al ingresar en un centro de protección. Sin embargo, ahora cuando ingresan en un centro se adopta la medida de guarda provisional del niño hasta que se decide la intervención que se ha de realizar y si se debe o no asumir tutela.

En cuanto al número de casos nuevos abiertos este año, el servicio lleva contabilizados 120 hasta el mes de noviembre. En 2002 se registraron 136 expedientes nuevos que se incluyen dentro de 1.235 casos en vigor. El volumen de intervenciones del servicio de protección de menores se mantiene en los últimos años, «pero el agravamiento de los casos debería de provocar una reflexión. Es muy difícil analizar por qué se generan estas situaciones, pero lo que está claro es están ahí y deberá provocar una reflexión de todos los organismos implicados», concluyó Costa.