La Conselleria d'Educació del Govern ha decidido recurrir a la Dirección Insular de la Administración General del Estado tras la denuncia de los padres por la venta de droga en las inmediaciones de los centros de secundaria.

La delegada territorial de Educación, Pilar Marí, explicó ayer que se va a reforzar la vigilancia policial en las inmediaciones de los centros: «El poder disuasorio de que haya patrullas vigilando tiene una cierta efectividad», señaló. Marí no descarta hacer una actuación conjunta con la Dirección Insular para tratar de atajar este problema de conflictividad. No obstante, la vigilancia se ha intensificado en los centros.

Además, la Conselleria d'Educació reforzará la prevención en las aulas para evitar las conductas adictivas a través de charlas y actuaciones concretas.

En los últimos meses se ha detectado una proliferación de pandillas de jóvenes en los alrededores de algunos institutos de la isla, como el caso de Blanca Dona y el Xarc, pero el problema no se centra sólo en estos dos institutos sino que es una situación generalizada en otros centros. «El problema es que hay pandillas alrededor del instituto. Algunos de ellos puede que no consuman, pero en otros casos sí que pueda haber un riesgo», apuntó Marí.

Educació no tiene constancia de que se haya producido tráfico o consumo de drogas dentro de los propios institutos, «pero hay ambientes proclives en los alrededores de los centros», preciso. La Federación de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) alerta de la venta de droga en los alrededores de los institutos en el informe que está elaborando sobre la situación de la educación, por lo que ha pedido que se intensifique la vigilancia policial en las inmediaciones de los centros de secundaria.