Ni uno solo de los participantes en la ruta solidaria que este fin de semana se celebra en la isla se retiró, al menos durante el tramo más duro del recorrido, de 10 kilómetros. Hasta una niña de ocho años, la más joven de la comitiva, demostró que por solidaridad o simplemente para disfrutar de la naturaleza, se puede hacer cualquier cosa.

La salida tuvo lugar a las diez de la mañana desde el Passeig de ses Fonts de Sant Antoni, punto de partida y de llegada ya que hoy a mediodía recibirá de nuevo a los senderistas y allí se celebrará una gran fiesta. Alrededor de 150 personas se inscribieron en la primera jornada de esta iniciativa organizada por el Ayuntamiento de Sant Antoni con motivo del año europeo de las personas con discapacidad. El objetivo es conseguir cuantos más fondos mejor para invertirlos en la organización de talleres para discapacitados.

Bartolo Planells, un gran aficionado al senderismo, fue el encargado de escoger un itinerario «bonito y nada peligroso». La caminata transcurrió, mientras fue posible, por la costa hasta llegar a Santa Agnès, donde tuvieron tiempo suficiente para descansar y comer. «Muchos han conocido lugares que no habían visto nunca, como la Pujada de ses Fontanelles, que también ha sido el tramo más duro», comentó Planells. Senderos que estuvieran alejados de la carretera y en los que el ruido más molesto fuera el de los propios caminantes.

Hoy 600 personas
La jornada de ayer acabó en Buscastell, donde algunos acamparon. Pero hoy, última jornada de estas rutas solidarias, se espera la participación de alrededor de 600 personas. «Ya se han apuntado unas 400, pero hay que contar con otro grupo, formado por los discapacitados que se unirá a mitad de camino y con las personas que se apunten en el último momento», comentaba ayer la concejal Lidia Prats, una de las principales organizadoras de la actividad.

El éxito de este primer certamen ya es un hecho porque, como mínimo, los organizadores calculaban que se podían haber recaudado unos 3.000 euros.

Unos antes que otros, pero todos fueron llegando a la localidad de Santa Agnès. Uno de los primeros en hacerlo fue el propio alcalde de Sant Antoni, José Sala. Poco después aparecía otros integrantes de la corporación municipal como los concejales José Ramón Serra y Miquel Costa. «Lo más difícil son los primeros 30 kilómetros», comentaba Toni Torres, quien descansaba junto a Antonia Muñoz y Toni Torres. Éste último hará en marzo el camino de Santiago.

S. Yturriaga