El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 ha abierto
diligencias a instancias de la Fiscalía para determinar si la
compañía eléctrica Gesa incurrió en un delito contra el medio
ambiente a finales del mes pasado por el vertido de más de mil
litros de un líquido tóxico en el torrente de Cas Capità.
La Policía Local de Eivissa presentó tres días después del
derrame una denuncia ante los Juzgados al entender que se podía
haber cometido un delito ecológico (art. 325 del Código Penal). El
Ministerio Fiscal ha pedido ya toda la documentación sobre el
atestado para comprobar la magnitud del vertido y el perjuicio que
éste pudo ocasionar en el entorno natural de la zona.
El vertido se produjo el pasado 26 de septiembre. La Policía
Local de Eivissa constató que más de mil litros de un líquido
refrigerante para los motores de la central eléctrica fue derramado
en el torrente de Cas Capità y corrió por su cauce en un tramo de
150 metros, hasta que frenó en una zona de hormigón. El líquido
vertido, con una alta tonalidad roja, figura en los catálogos como
tóxico.
Los agentes levantaron acta de lo sucedido y advirtieron de que,
a pesar de que la fuga se contuvo en la citada estructura, existía
el riesgo de que se hubieran producido filtraciones en la zona de
es Prat de Vila. El técnico responsable de medioambiente de la
compañía dio explicaciones de lo ocurrido a los agentes locales de
Eivissa y les mostró la ficha que cataloga dicho líquido como una
sustancia tóxica. Los policías también comprobaron entonces que
dicha sustancia procedía de una tubería, de 70 centímetros de
diámetro, que se utiliza para refrigerar los motores de la central.
Los técnicos de la Conselleria de Medi Ambient y Sanitat i Consum
también tomaron muestras del vertido del torrente para emitir su
propio informe del derrame, que pasarán a disposición del juez.
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