El valor de la tierra

Este año la muestra ha abierto sus puertas al público por la mañana, para que los colegios tengan la oportunidad de llevar a los escolares. A primera hora, nada más abrir, un grupo de niños y niñas se agolpaban inquietos ante los cercados de los animales intentando tocarles. Los profesores les habían dado un cuestionario para que aprovecharan al máximo la visita, conociendo un poco más sobre la vida de los animales, plantas y del campo en general. «Hemos venido a hacer un trabajo de conocimiento del medio, para aprender sobre los animales y saber qué comen, cuando se reproducen y como», decía uno. «También de las plantas y cosas del campo, cómo se cultivan, cuando se recoge, qué hace falta para plantar un huerto...», replicaba otro. «En el cole estamos estudiando todo esto, las plantas, los animales y aquí podemos verlos y tocarlos». Sobre gustos ya se sabe que no hay nada escrito y aunque lo que más les llama la atención son los credos y las crías cada uno tiene sus preferencias. «A mí lo que más me gustan son los ponys y las cabras. Además, vivo cerca del campo y me gusta mucho», comentó uno de los niños. «Pues a mí me gusta mucho el campo, mi hermana tiene una casa muy cerca de aquí con plantas y árboles» , añadió su inquieto amigo.

Un punto de encuentro para todos los profesionales, aficionados y público en general a los que les guste el campo. Un espacio abierto al comercio y al intercambio donde se puede encontrar la tecnología más novedosa y lo más tradicional.