La promotora Pitiusas de Desarrollo S.A., de la familia Matutes,
tiene la obligación , según dijo ayer el Pacte de Sant Josep en
pleno, de construir un paso aéreo o subterráneo para los viandantes
en la carretera del aeropuerto, a la altura de Can Raspalls. Así lo
acordó la Comisión Insular de Urbanismo (CIU) en abril de 1989
(hace 14 años) como condición para aprobar el Plan Parcial de la
zona (1.14), que abarca una superficie de 270.000 metros cuadrados,
a ambos lados de la carretera, y con una capacidad para 1.900
habitantes nuevos. Dentro de esta zona se encuentra el Instituto
Algarb y la urbanización de Can Raspalls.
El concejal del Pacte Josep Antoni Prats recriminó ayer al
equipo de gobierno que no haya forzado a la promotora de Matutes a
construir este paso y así poner fin al peligro que supone para los
peatones, especialmente los estudiantes del Algarb, cruzar esta
carretera, que es la segunda más transitada de la isla. «Lo único
que se ha hecho es instalar un semáforo que crea atascos, cuando
tenemos la solución en el desarrollo de este Plan Parcial, que,
además, sale gratis al Ayuntamiento», indicó.
El edil de Urbanismo, Josep Marí Ribas, Reganes, reconoció ante
el pleno que, aunque aún no se ha hecho, «esta obra está prevista».
Sin embargo, posteriormente señaló a este periódico que no es la
mejor solución para solventar el problema y que, en todo caso, la
decisión compete al Consell, que es quien tiene la competencia de
carreteras. «Está comprobado que aunque haya un puente, los
peatones siguen cruzando por la carretera», explicó.
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