Ibiza siempre ha acogido a intelectuales viajeros que han quedado prendados de la isla, la han considerado mágica, única, o como un último paraíso; son múltiples los epítetos con los que la han bautizado. Quizás el visitante por antonomasia fue el archiduque Luis Salvador de Austria, pero sobre todo a finales del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX han sido muchas las personalidades que han pasado por la isla. Es el caso de Walter Benjamin, Raúl Hausmann o José Luis Sert. Pintores, escritores o escultores de los que un grupo importante fueron los fotógrafos, profesionales de los que tal vez se ha hablado menos y que, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XX, se instalaron o pasaron por Ibiza, e hicieron trabajos sobre su arquitectura, sus trajes típicos, la artesanía o los paisajes. Aquí vamos a hablar de los fotógrafos, más o menos famosos, que han estado en la isla y a los que yo he tratado.

JOSÉ BUIL MAYRAL
Empezaremos por uno de los más característicos y que más he tratado, me refiero a José Buil Mayra. Durante muchos años puede considerarse que fue el cronista gráfico de Eivissa. Sus fotos tienen un valor muy especial como documentos históricos y periodísticos de toda una época; dan a conocer los acontecimientos sociales e históricos de la isla durante varias décadas. Es el fotógrafo local de lo cotidiano. Deja documentos de la visita depríncipe de España, la estancia de Gina Lollobrighida, de Úrsula Andrews, de Cugat y Charo Baeza; pero también dedicó parte de su trabajo a retratos de personajes populares como Puget, el pintor Marí Ribas, Elmyr de Hory,...

Era tremendamente metódico y clásico y una fotografía suya no daba lugar a la composición, plasmaba la realidad; no había fantasía, era la vida misma tal y como él la había visto. Le gustaba que la gente posara e incluso componía un poco el grupo pero consiguiendo siempre que pareciese que la foto era improvisada. Como persona era entrañable, tremendamente cariñoso, dispuesto a hacer favores o a desplazarse hasta el último rincón de la isla si hacía falta. Y sobre todo era muy bondadoso, tenía un gran corazón y nunca se aprovechó para captar una imagen que le pudiese dar fama, cogiendo a un personaje en una situación difícil o comprometida. Incluso si había una foto en la que el personaje no salía bien la rompía y decía que no procedía. Fue conocido además por ser corresponsal de la agencia Efe y Europa Press y sus fotografías fueron reproducidas en muchos medios, siempre en blanco y negro. Tenía (o tiene porque vive y espero que por muchos años), el detalle de donar al Consell Insular todos sus negativos, enriqueciendo los archivos de forma notable.

JAQUES BOURBOULON
Es el fotógrafo del desnudo con matices eróticos, un joven fotógrafo francés inprescindible en la vida social de la década de los setenta y ochenta. Era extraordinariamente divertido, dinámico, siempre dispuesto a tomar una copa o a ir bailar; pasaba las noches en el triángulo Pachá, Ku y Glory's. Por otra parte, era un trabajador incansable y tenía una colección impresionante de cámaras modernas y magníficas. Alquilaba modelos y pasaba horas haciéndoles miles de fotografías, disparando incesantemente para luego seleccionar las que más le gustaban. Sus modelos eran muy del gusto de la época, normalmente jovencitas delgadas, casi anoréxicas y casi siempre desnudas, sólo con una flor en la mano o unos calcetines y unos zapatos. No hacía el desnudo integral, ponía siempre una prenda mínima, quizás para destacar más el cuerpo.

Era un chico con dinero y lo gastaba espléndidamente en cenas, fiestas y pagando generosamente a las modelos aunque, según ellas, las sesiones eran agotadoras. Eran imágenes normalmente en exteriores, con fondos muy simples como podían ser paredes encaladas, un tronco, unos geranios, o la orilla del mar. Que yo sepa hizo dos libros de fotografías de desnudos hechas en Ibiza. Obras que alcanzaron un gran éxito de crítica en el momento en que aparecieron.

A diferencia de Bui, cuyas imágenes eran todas en blanco y negro, las de Jaques eran siempre en color; y mientras el primero se dedicaba a captar la foto anecdótica, el otro plasmaba la belleza del cuerpo femenino. Nunca vi que hiciera desnudos masculinos, pero sí chicas que eran como efebos.

He querido hablar de estos dos artistas porque su forma de ser, su personalidad y su tipo de fotografía son opuestos, están en los dos extremos.