A pesar de que Eivissa está declarada como zona exenta de procesionaria, la conselleria de Medi Ambient tiene previsto fumigar aproximadamente 500 hectáreas de pinar en la isla que se han visto afectadas por esta plaga. En concreto el Govern actuará sobre las zonas de Cala Llenya y Cap Roig (Santa Eulària), y Cala Xarraca, Portinatx y Punta de sa Creu (Sant Joan). Como explicó la directora general de Biodiversidad, Joana Xamena, es en estas áreas de la isla donde se concentra la mayor densidad de esta plaga, aunque aseguró que «Eivissa está en una situación envidiable con respecto al resto de las islas» y no se encuentra en el mismo nivel de peligrosidad porque siempre ha seguido planes para controlar la procesionaria. La fumigación se llevará a cabo, según lo previsto, a finales de septiembre o en la primera quincena de octubre a través de un tratamiento de tipo biológico que emplea una bacteria conocida como Bacillus Thuragiensi.

El plan de control integral elaborado por Medi Ambient para todas las Balears tendrá un coste aproximado de 1.200.000 euros en este primer año, según Xamena. A parte de la fumigación, se llevarán a cabo otras iniciativas algunas de las cuales se experimentarán primero en Eivissa. Entre otras cosas, se instalarán en los «puntos negros» de la isla nidos para los murciélagos, los mayores depredadores de procesionaria, y se colocarán también trampas de «luz negra» (ultravioleta) para atraer a estas orugas. En total se distribuirán 700 trampas en Eivissa, 2.000 trampas en Mallorca y 1.500 en Menorca.

Xamena anunció que otra de las actuaciones del plan será desarrollar una «campaña de sensibilización» para informar a los ciudadanos sobre el riesgo de la procesionaria, que provoca «problemas sanitarios graves».