Eivissa atraviesa un verano tórrido y sin lluvias desde el 25 de mayo

Desde entonces no ha llovido más que un poco de barro, por lo que no se ha aliviado el cargado aire estival de este año.

Además, la humedad ambiental está muy alta, más de lo normal. Ayer a mediodía la humedad ambiental era del 65 por ciento cuando lo habitual a esa hora suele ser de un 40 o 50 por ciento. Este dato revela la razón por la cual la sensación térmica era de mucho más calor del que efectivamente registraban los termómetros. A esa hora los 30,5 grados reales eran apreciados como unos 35 grados por los ciudadanos debido a la humedad, que está aumentando de manera espectacular por las noches en las que llega a superar el 90 por ciento (casi como en un país tropical).

«Hay muy poca mezcla vertical del aire y la humedad del suelo queda aprisionada en la capa baja», explica el responsable del centro de Meteorología de Balears, Agustí Jansà. «Si hay como un tapón en la atmósfera hay dificultades para que la humedad se mezcle hacia arriba», precisa.

Las altas temperaturas que se registran en España como consecuencia de la ola de calor que azota al suroeste de Europa se suavizarán a finales de la presente semana, excepto en Balears y el sureste peninsular, aunque repuntarán al inicio de la próxima para situarse en los valores típicos del mes de agosto. El jefe del área de Predicción del Instituto Nacional de Meteorología, Angel Rivera, insistió en que ese descenso de las temperaturas va a ser leve en todas las regiones, menos en las comunidades cantábricas, donde el descenso será más acusado. Las islas se quedan al margen del frente frío por lo que no se espera un respiro de calor.