La noche estelar de las fiestas de la ciudad de Eivissa, Sant Ciriac, ha sufrido un cambio sustancial. La tradicional exhibición de fuegos artificiales se traslada al nuevo dique, el de Botafoc, al parecer, «por ser una zona muy segura que cumple todas las medidas de seguridad». Así lo comentaba ayer a Última Hora Juan Vicente Jurado, consejero delegado de la empresa Garuda, encargada de los fuegos de este año. La decisión es, según Juan Vicente, la más acertada. «Es la mejor idea. El dique está alejado de todo. Además, tiene vallas de seguridad para impedir el paso al público». La empresa de pirotecnia Garuda también se encargó de los fuegos de Sant Ciriac hace dos años. Entonces, trabajaron con algunas dificultades porque, según Juan Vicente, «entraba y salía gente por todas partes». Este año se van a gastar más de 2.500 kilogramos de pólvora «en el que será el espectáculo más grande de la isla», afirma orgulloso Juan Vicente. Espectaculares fuentes y alguna sorpresa luminosa harán vibrar a grandes y pequeños.