Según expuso ayer Joan Flaquer en su habitual comparecencia tras
la reunión del Govern, para tomar esta decisión el Ejecutivo se
había basado en un informe jurídico que establecía claramente que
«el Govern está en funciones desde el 25 de mayo».
«Entendemos -comentó Flaquer- que un gobierno en funciones no
puede adoptar determinado tipo de acuerdos y en consecuencia se
abre un procedimiento de revisión y suspensión cautelar».
«Con el tiempo, podremos ir informando de qué decisiones
aprobadas en estos dos consells de Govern se mantienen y cuáles
no», agregó.
Joan Flaquer no concretó los términos del informe jurídico y se
remitió a la vicepresidenta del Govern, Rosa Estarás, responsable
política del servicio jurídico.
Estarás abundó en lo dicho por el portavoz pero tampoco pudo
concretar -estaba fuera de la conselleria y los juristas no estaban
localizables en aquel momento- los términos del informe. De
cualquier modo, añadió, «lo que de verdad importa es que el Govern
no disponía de autoridad moral para tomar algunas decisiones que
comprometen a sus sucesores cuando ya se habían celebrado
elecciones».
La vicepresidenta indicó que la falta de autoridad moral venía
ahora reforzada por los juristas y explicó que será durante el
proceso de revisión de expedientes cuando se establezca cuáles
deben suspenderse de forma definitiva. La suspensión acordada ayer
es cautelar.
Lo cierto es que el anterior Govern se sentía legitimado para
tomar las decisiones y consideraba que no estaba en funciones. Para
ello se apoyaba en una ley autonómica, la Ley del Govern de les
Illes Balears de marzo de 2001 (aprobada sin oposición del PP) que
establece en su artículo 18 que el «cese del president determina el
del Govern» y que éste continúa en funciones hasta la toma de
posesión del nuevo Ejecutivo. La investidura de Matas -que supuso
el cese de Antich- se produjo el 27 de junio.
El Ejecutivo de Balears analizó dos propuestas de las
conselleries de Interior y de Educació que rebajan las exigencia de
conocmientos de la lengua catalana para ser funcionario de la
Administración. También acordó la modificación del convenio de
carreteras para incluir nuevos proyectos que serán financiados por
el Ministerio de Fomento. En relación al primer asunto, Joan
Flaquer explicó que el Ejecutivo había analizado dos decretos que
pretenden «los criterios» del anterior Ejecutivo en lo que se
refiere al conocimiento del catalán en el acceso a la
Administración pública por considerarlos «excluyentes» y
«discriminatorios».
Según Flaquer, la intención del Govern es aprobar estos decretos
lo antes posible pero señaló que antes se abrirá un debate con los
interlocutores sociales, «especialmente con los sindicatos».
«Creemos que se deben corregir los criterios que rigieron
durante la legislatura anterior en esta materia, porque entendemos
que esta era una situación excluyente».
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