En el Club de Campo de Caballos que regenta Michelle Brown los sábados se viven intensamente. Cada hora del día, desde las 10,00 horas y hasta que cae la tarde, se aprovecha para la práctica de equitación, pero también es una excusa para encontrarse con un grupo de amigos y para disfrutar de la naturaleza. Porque estas cuadras están instaladas en el campo, cerca de la localidad de Santa Gertrudis, en un terreno en el que no se divisan casas cercanas y en donde una pequeña casa de madera se utiliza para guardar el material y la comida que todos degustarán a mediodía. Las clases de equitación, a las que normalmente se inscriben los más jóvenes, son sólo una de las propuestas de la mayoría de los centros de equitación de la isla. El trecking (paseos de larga duración, en este caso por el campo) y las salidas durante las noches de luna llena son otras de las actividades en las que cualquiera puede participar.
Sara Yturriaga